La cocaína es una de las drogas más adictivas y consumidas de todo el mundo. A las personas que sufren una adicción a la cocaína se les conoce como cocainómanos, y su adicción es la segunda más tratada en todo el mundo, tras la adicción a la marihuana.

El principal uso de la cocaína es como estimulante y se la categoriza como droga recreativa, pues los fines de su consumo son de búsqueda de placer y disfrute. Uno de los problemas asociados a la cocaína es que, muchas veces, es una droga social como pueda ser el alcohol en los jóvenes. Se empieza muy pronto por culpa de las malas compañías y es muy difícil dejarla.

Un cocainómano es una persona que depende de un consumo repetido de la cocaína, su organismo le pide de forma cada vez más continua consumir farinha para poder funcionar. Esto se da porque la estimulación que ejerce sobre el cerebro, sitúa a la persona en un estado continuo de euforia, sobreexcitación y de hipervigilancia, por lo que acaba habituandose a esa sensación y no sabe funcionar si no es en este nivel de actividad. Sus efectos son contrarios a los efectos de la heroina.

La comúnmente conocida como farlopa, se obtiene de la hoja de la planta de coca, que crece en Sudamérica, y tras un proceso químico se obtiene la cocaína. En algunos entornos culturales de las zonas de donde es autóctona esta planta, mascar la hoja de coca es algo habitual, e incluso se llega a usar como anestesia para la boca, lengua y garganta, así como para aliviar dolores de cabeza, dientes o espalda.

Pero no hay que confundir el consumo de la hoja de coca como materia sin tratar, que el de la cocaína, pues esta última ha sido sometida a un tratamiento químico que la hace altamente adictiva y perjudicial para la salud. No es lo mismo consumir coca, que la hoja de coca. La farlopa que se consume es un polvo blanco con un gusto amargo, y puede ser tomada de diferentes formas: por vía endovenosa, inhalada o fumada.

Historia de la cocaína

La Cocaína es uno de los estimulantes de origen natural, más antiguos, más potentes y peligrosos. Tres mil años antes de Cristo, los antiguos Incas y los Mayas de los Andes, masticaban hojas de coca para acelerar el ritmo del corazón y la respiración, con el objetivo de contrarrestar los efectos del aire enrarecido de alta montaña.

En el Perú, los indios masticaban hojas de coca durante sus ceremonias religiosas, y los curanderos de la tribu vigilaban que la droga no se utilizara para ningún otro propósito.

La cocaína se sintetizó por primera vez en 1855, pero sus efectos no se reconocieron hasta 1880. El psicólogo Sigmond Freud, consumidor de esta droga, fue el primero en promover el consumo de cocaína como un tónico que se podía utilizar para curar la depresión y la impotencia sexual.

En 1886 esta droga alcanzó un gran éxito cuando John Pemberton añadió la cocaína a la fórmula de su nueva bebida, la Coca-Cola. Los efectos euforizantes y energéticos que causaban en el consumidor hicieron que las ventas de Coca-Cola se dispararan y la convirtieron en la bebida más popular del fin de siglo.

Desde 1850 hasta comienzos de 1900, gente de todas clases sociales utilizaba elixires que contenían cocaína, opio, tónicos y vinos. Los personajes famosos proporcionaban los efectos “milagrosos” de los tónicos y elixires que llevaban cocaína, incluyendo entre otros al inventor Thomas Edison y la actriz Sarah Bemhart.

La presión pública forzó a Pemberton a eliminar la cocaína de la fórmula de la Coca-Cola en el año 1903. En 1912, el gobierno de los Estados Unidos hizo público un informe en el que se denunciaban 5000 víctimas mortales en un año, todas relacionadas con el consumo de cocaína. En el año 1920 la cocaína fue ilegalizada.

¿Cómo se toma la cocaína?

Su uso más común es esnifarla por la nariz, la cocaína se pulveriza con cualquier navaja o tarjeta plástica. El polvo se coloca sobre una superficie plana formando “líneas” o”rallas” que mediante un tubito o un billete enrollado como tal, se van aspirando por una fosa nasal. El polvo previamente disuelto en agua,se utiliza par inyectarse a nivel intravenoso.

El polvo de cocaína también puede fumarse “en base” siguiendo este procedimiento: se llena con agua una cuchara hasta la mitad, se vierte una porción de cocaína por dos de bicarbonato y se calienta con un encendedor hasta que se forman unas piedras que pueden fumarse en una pipa común o en alguna improvisada.

Aunque su abuso no genera dependencia física, la dependencia psíquica que despierta es inusualmente alta, el consumo de esta droga produce una adicción psíquica brutal en comparación de otra drogas de similares características.

Un 80% de nuestros ingresos en el centro, corresponden a personas con adicción severa a la cocaína.

En caso de ser fumada habitualmente, ocasiona infecciones en las vías respiratorias e incluso puede llegar a provocar un edema pulmonar. Los síntomas de abuso comienzan pareciéndose a los de un resfriado crónico combinado con insomnio y pérdida de peso.

En casos graves de abuso, se experimentan mareos, vómitos, irritabilidad, y alucinaciones con temas recurrentes como insectos que circulan bajo la piel; además de perforación del tabique nasal en caso de inhalarla, infecciones cutáneas en caso de inyectarla o hemorragias pulmonares en caso de fumarla.

Síntomas de la adicción a la cocaína

Es muy importante que cuando nos planteamos que una persona cercana a nosotros es un cocainómano, estemos atentos a algunos efectos secundarios de la cocaína, como son:

  • Alteraciones en el estado de ánimo.
  • Conducta agresiva y/o paranoide.
  • Problemas para mantener el control.
  • Síntomas de alteraciones ansioso-depresiva y/o carencias afectivas.
  • Dificultad para controlar las respuestas emocionales.
  • Bajo control de impulsos.

Existen también otros efectos secundarios tras el consumo de cocaína, aunque estos son más bien físicos, y se pueden confundir con alguna otra enfermedad, infección o alergia, y varían según la vía que se utiliza para su consumo:

  • Hemorragias nasales.
  • Irritación del tabique nasal.
  • Pérdida del olfato.
  • Inhalación regular
  • Problemas al tragar.
  • Gangrena en los intestinos, provocada por una reducción del flujo sanguíneo.

El cerebro de una persona que está expuesta de forma continuada a la cocaína se va adaptando a las sensaciones que le provoca: euforia y gratificación, de forma primaria. Cuando el cocainómano empieza a sentir una dependencia de estos estados de ánimo para poder actuar con regularidad, es cuando empieza a perder efecto una dosis menor de cocaína y acude a buscar unas sensaciones más vívidas, de forma que acaba por consumir cada vez más y más y se cae en la adicción.

Una persona que no consume drogas tiene un cerebro en el que los receptores de dopamina funcionan de forma normal, mientras que en el de una persona adicta al consumo de farlopa el número de estos es menor. El cocainómano empieza a padecer una disminución a la sensibilidad de las sensaciones de gratificación que le proporciona el cerebro, por lo que tiene que consumir cada vez mayores cantidades de farinha para que el efecto de la droga vuelva a ser el de las primeras veces.

Es en este punto en que empiezan a aparecer los efectos secundarios que hemos comentado anteriormente, así como rasgos más visibles como una pérdida de peso y/o malnutrición por problemas con los sentidos, los órganos y comportamentales.

¿Cómo reconocer a un adicto a la coca? El test de cocaína

Un cocainómano siempre negará que está enganchado a la farinha, por lo que es mejor que sea dentro de su círculo de confianza o un profesional de la medicina, quien le sugiera someterse un test de adicción a la cocaína. Una vez tengamos el resultado de esta prueba, podremos evaluar cuál es el grado de adicción, así como de qué forma se debe encarar el trato del cocainómano.

Un test de adicción a la cocaína, especialmente en jóvenes, ayuda también a analizar hasta qué punto el comportamiento de estos es fruto de daños en el cerebro provocados por esta droga, o si son por la edad.

Tras el contacto con un profesional y la realización del test, es importante poder analizar los resultados preguntando una serie de preguntas al cocainómano en relación a diferentes temas que afectan al desarrollo de su día a día:

  • Aspecto personal y estado anímico.
  • Relaciones personales.
  • Problemas en la escuela o en el entorno laboral.
  • Hábitos alimenticios y de sueño.
  • Problemas de salud o pinchazos visibles.

Tratamiento

El consumo de cocaína lleva a la persona a un estado de sobreexcitación, lo que hace que genere una buena sensación en el organismo del cocainómano, acabando en una adicción difícil de controlar. Esa falsa imagen de felicidad y euforia acaba por requerir de una alta cantidad de farlopa para poder mantener ese “status”. Pero, ¿cómo superar la adicción a la cocaína?

Como toda adicción lo más importante para empezar el tratamiento para dejar la coca es asumir que se tiene un problema, sólo así se puede iniciar el trato con un equipo de profesionales para ayudarte a salir de la adicción. Además, es importante contar con un entorno de familiares y amigos que apoyen y comprendan a la persona durante su tratamiento de superar la adicción a la cocaína.

No existen unos remedios para dejar la cocaína o pastillas que sean la cura milagrosa para esta adicción, pues la ayuda farmacológica suele recomendarse según el caso a tratar, por lo que se recomienda es asistir a sesiones de terapia y control con un profesional. Pero si lo que se tiene que tratar es una adicción ante el umbral de la alerta, lo mejor que se puede hacer es el ingreso en un centro especializado, pues se necesita una asistencia continua durante el proceso para superar la adicción a la cocaína.

Entre los consejos para dejar la coca está el seguimiento por un equipo de doctores psiquiátricos y psicólogos, así como un equipo de profesionales de apoyo que forme parte durante este camino para mejorar el bienestar de los cocainómanos. Es importante que sean profesionales con experiencia en la ayuda ante esta problemática, y/o optar por un ingreso o visitas regulares a un centro especializado en la adicción a la farlopa. Muchas de las clínicas para curar el alcoholismo tienen también tratamiento para dejar la coca.

Apps para dejar la coca

Tanto para ayudar a los cocainómanos, tanto como para apoyo a las personas de su entorno, en España existe una app para dejar la cocaína (y otras adicciones a diferentes tipos de drogas), así como para ayudar al entorno de la persona durante el proceso de desintoxicación, la cual nació hace unos años de la mano del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, del Gobierno de España.

  • Plan Nacional sobre Drogas: esta aplicación está orientada para ayudar a las personas que buscan ayudar a un adicto a la cocaína con una serie de información muy útil, como un mapa con centros de ayuda, así como información y testimonios sobre aquellas sustancias que mayor adicción generan.En esta app, también se incluyen listados de evidencias comportamentales, así como de pequeñas “pistas” físicas que pueden ayudar a detectar una adicción a la cocaína, ante la sospecha de que una persona del entorno más cercano puede estar ante una situación de alarma por el consumo de drogas (una información muy útil ya sean los padres, amigos, familiares o conocidos).
  • InfoDrogapp: esta aplicación gratuita contiene toda la información sobre las drogas y ha estado desarrollada por la Fundación EDEX y la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.